lunes, 7 de abril de 2014


Cómo sabes si continúas enamorada de alguien? Alicia dice que eso no se sabe, que eso se siente. Que las cosas del amor no se piensan, se experimentan. Ella, cuando quiere, también dice cosas interesantes. Aunque no sé si esto lo leyó en alguna revista para adolescentes. El caso es que, cuando recuerdo lo que tuve con Pablo, las sensaciones son muy contrarias. Pero no sé si el lío lo tengo en la cabeza o en el corazón. En realidad, lo que me gustaría de verdad es volver a enamorarme. Olvidarme de una vez por todas del pasado y encontrar a un chico que me quiera de verdad. Que me cuide, que me abrace cuando esté mal y que me bese en la última fila del cine. Alguien que no vaya de malo, que sea sensible y me comprenda. No sé si pido mucho. Tal vez soy muy exigente y tendría que dejarme llevar un poco más como hace Alicia. Aunque cada uno es como es y necesita lo que necesita. Sólo espero no quedarme sola. Sería horrible. Soy muy joven, lo sé, y no estoy tan mal, aunque me ponga roja por el frío y por el calor. No hay que ser pesimista. Y quién sabe, quizás ese chico del que me vaya a enamorar está más cerca de lo que yo misma pienso. ¿No?


A veces la vida no te da grandes cosas, ni enormes sorpresas. A veces, las personas de tu alrededor no son perfectas, a veces te hacen daño o no te dan todo lo que esperabas de ellos. A veces piensas que tu vida no tiene sentido, que te mereces algo más, una vida más perfecta. Pero es que a veces no todo es lo que piensas. Tienes que parar, quedarte quieto donde estás y observa lo que te rodea. Mirar más de cerca. Entonces te das cuenta de las cosas. Piensas en quien te hace sonreír cada mañana, quien te hace reír cuando sólo tienes ganas de llorar, quien estaría dispuesto a poner la mano en el fuego por ti, y quien, por el contrario, nunca estará realmente a tu lado. A veces la vida no te lo da todo hecho, tienes que buscarlo. Y entonces lo encuentras. Encuentras esas pequeñas cosas que hacen tu vida ENORME. Y no son cosas del otro mundo, no. Tan sólo una mirada, una sonrisas, una carcajada inesperada, pueden hacer tu vida perfecta. Y por ello, yo he aprendido a vivir con esas pequeñas cosas.


¿Sabes esos momentos en los que te gustaría salir corriendo, desaparecer de donde estás, viajar por el cielo hasta un lugar donde nadie te pueda encontrar, olvidarte de todo, olvidarte de la vida, dejar pasar el tiempo sin importarte nada mas, aquellos momentos en los que solo quieres cerrar los ojos y gritar, gritar lo más alto que puedas, no importa quien te oiga, quien te mire, no importa nada, tan solo tu, solo quieres sacar lo que llevas dentro, toda la rabia acumulada y gritar, gritar por esa persona que te hace la vida imposible, por ese chico que no se fija en tí, por todo, por todo lo que poco a poco se acumula y se vuelve insoportable, sabes de esos momentos en los que quisieras volar y desaparecer en el espacio, cerrar los ojos, vaciarte por dentro y respirar, respirar tranquilo sin darte cuenta de lo que pasa a tu alrededor, sin agobios, solo tu; que el silencio se acumule a tu lado y solo oigas los latidos de tu corazón y el eco de tu voz, tan solo eso, sabes esos momentos en los que te gustaría salir corriendo, desaparecer de donde estás, viajar por el cielo hasta un lugar donde nadie te pueda encontrar? Pues ahora tan sólo estoy buscando ese lugar.

Y de repente ocurre, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar, y han cambiado. Y que a partir de ahí ya nunca volverán a ser lo mismo, nunca, y cuando ocurre, lo sabes.
Siempre hay un momento en el que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que alfinal los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña, no pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final sólo ocurre una cosa, llega el puto invierno. Y de repente te das cuenta de que todo a terminado, de verdad, ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo, y te das cuenta de que todo comenzó antes de lo que pensabas, mucho antes. Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar... 


He aprendido que los amores, pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos, y que por el contrario, un desconocido puede volverse alguien inseparable. Que el "nunca más", nunca se cumple, y que el "para siempre", siempre termina. Que el que quiere, lo puede, lo sigue, lo logra y lo consigue. Que el que arriesga,no pierda nada, y el que no arriesga, no gana. Que si quieres ver a una persona, búscala, mañana será tarde. Que el sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional. Y sobre todo, he aprendido que no sirve de nada, seguir negando lo evidente.

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